Canciones; A mí-Reels B
Hay parejas que se aman en voz baja.
Otras, como nosotros, hacíamos que las aceras se detuvieran.
Él caminaba como si el mundo le perteneciera.
Yo lo acompañaba como si fuera cierto.
Y cuando nuestras miradas se cruzaban en medio del ruido de la ciudad,
algo pasaba.
Un tipo de silencio elegante, como si la vida nos estuviera grabando.
Nos veíamos bien. Demasiado bien.
Y lo sabíamos.
Él tenía sus admiradoras.
Yo también tenía los míos.
Pero cuando caminábamos juntos, éramos irrefutables.
Parecíamos sacados de una escena romántica…
de esas que terminan en la cama o en desastre.
O en ambas.
Me lleva 16 años.
Y no importaba.
Porque entre nosotros no existía el tiempo,
solo el ritmo perfecto de nuestros pasos…
y de nuestras ganas.
Él era de frases cortas y manos precisas.
De esas miradas que hacen que una olvide que tiene que fingir indiferencia.
Y en medio de todo, un día, me cantó sin cantar:
"Baby, me he dado cuenta que te amo,
que no se lo que hago sin ti…"
Y yo, que llevaba tanto tiempo huyendo de lo dulce,
me descubrí sonriendo como una adolescente.
No por la frase,
sino por la forma en que lo dijo.
Como si me hablara la canción.
Como si yo fuera la canción.
"Sé que muchos te hablan…",
decía el verso,
"pero tú me prefieres a mí."
Y tenía razón.
Éramos esa pareja que todos comentaban en voz baja.
“Demasiado guapos”.
“Demasiado intensos”.
“Demasiado para durar”.
Y sin embargo… duramos lo justo para marcarnos.
Para escribirnos en la piel.
Para que cada vez que suena esa canción,
yo aún cierre los ojos.
"Y aunque no lo quieras más…"
susurra la canción en mis audífonos,
"tú siempre vas a ser mía."
Y ahí, con el labial intacto y el corazón un poco revuelto,
me hago la única pregunta que Carrie haría frente al espejo:
¿Qué pasa cuando la pareja perfecta no es la eterna… pero sí la inolvidable?
Y mientras ajusto mi abrigo, subo el volumen de la canción y salgo a la calle,
solo pienso en esto:
Si algún día volvemos a caminar juntos…
que el mundo se prepare.
Porque cuando el deseo tiene memoria,
no hay nadie que pueda resistirse a nuestro regreso.
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