Capitulo 18 Las noches de una Lady Lady Lady
Lady, Lady, Lady…
Debería estar dormida.
Con la piel tibia y el alma en paz.
Debería estar en los brazos de alguien que no se fue.
Pero no.
Estoy despierta.
En silencio.
Con esa canción sonando bajito… Lady, Lady, Lady.
Y no sé por qué,
pero algo en mí se activa cuando la escucho.
Me recuesto. Sonrío.
Y dejo que la música haga lo suyo.
Porque hay canciones que no se dedican.
Se sienten.
Y esta, curiosamente, alguien podría pensar que fue para él.
Qué divertido es el destino.
Uno juega con el azar… y a veces el azar responde.
Quizá alguien por ahí crea que estoy hablando de él.
Quizá se lo tome personal.
Quizá incluso piense que es una indirecta.
(Y tal vez sí lo sea. O no. ¿Quién lo sabe?)
Solo sé que esta noche, mientras la melodía me arropa,
hay un nombre que cruza por mi mente…
o tal vez dos.
Y ambos se parecen mucho al recuerdo de algo que fue.
Pero no te confundas.
No estoy triste.
Estoy brillante.
Con frío en los pies,
y fuego en el pecho.
Como siempre.
Porque no importa quién crea que esta canción es suya.
La Lady… siempre fui yo.
> “Necesito que me abraces… y no me dejes ir jamás.”
(I need all of you, your love tonight… hold me, don't ever let me go.)
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