CAPITULO 1 - MR. JAY mi amor más dulce, mi herida silenciosa
El hombre que me enseñó a amar… y a soltar.
A veces el amor llega vestido de milagro, y uno se lo cree. Así fue él. Así fue Mr. Jay.
No entró en mi vida como una tormenta, sino como una brisa suave, como quien se instala poco a poco hasta volverse imprescindible.
Me miraba como si todo lo que decía importara.Me hacía reír, me tocaba el alma, y por un momento, creí que había encontrado mi lugar.Con él viví instantes que jamás podré borrar: noches que olían a eternidad, silencios que sabían a hogar.Lo amé como nunca antes había amado.Y él… me mintió como nunca nadie lo había hecho.
Un hijo.Una vida entera que escondía mientras yo le abría la mía.No fue la paternidad lo que dolió… fue el engaño.
Fue el darme cuenta de que mientras yo lo soñaba como futuro, él aún se aferraba al pasado.
Intentamos volver.Y yo, con el corazón parchado, volví a creer.Pero las heridas que no se hablan, se repiten.Y Mr. Jay repitió sus silencios.Y yo, esta vez, supe que debía irme.
Aún lo extraño.No por lo que fue, sino por lo que prometimos ser.Extraño su voz, su forma de decir mi nombre, su risa al otro lado del teléfono.Y, sí… aún hay noches en que me pregunto si él también me piensa.
Pero ya no volveré.Porque amarlo me hizo feliz,pero también me hizo pedazos.
Y yo elegí reconstruirme.
Aun así…si la vida quiere,si los años nos encuentran más sabios, más libres, más verdad… espero que cuando estemos viejitos,
podamos vivir ese amor que nunca supimos cuidar.
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